El cacao es el fruto del árbol Theobroma cacao, cuyo nombre significa “alimento de los dioses”. De sus semillas nace una pasta rica y aromática que, en su forma pura, nutre tanto el cuerpo como el corazón. Es fuente natural de teobromina, magnesio y anandamida —compuestos que aportan energía suave, claridad mental y bienestar emocional. Más allá de un alimento, el cacao es una planta con historia y alma: una invitación a la presencia, al enraizamiento y a la apertura del corazón.

El cacao contiene más de 300 compuestos químicos, entre ellos la anandamida (la molécula de la felicidad), la feniletilamina (un antidepresivo natural) y la teobromina (un estimulante suave). Estos compuestos crean los efectos únicos de apertura del corazón y mejora del estado de ánimo por los que se conoce al cacao. Rico en antioxidantes, magnesio y hierro, el cacao favorece tanto la salud física como el bienestar emocional.

Una ceremonia del cacao es un ritual que abre el corazón y combina el consumo ceremonial de cacao con la meditación, el establecimiento de intenciones y la conexión con la comunidad. Esta práctica ayuda a los participantes a acceder a estados más profundos de conciencia y sanación emocional. La ceremonia crea un espacio seguro para la exploración interior, la liberación y la transformación.